Tras pasar por la Plaza de Álvaro de Torres llegamos al Monasterio de Santa Clara.
Se trata de un convento de clausura fundado en el siglo XIII por la orden franciscana. En él se alojó la reina Isabel la Católica en su camino hacia tierras granadinas. Lo más destacado es su portada del siglo XVIII, barroca con resonancias renacentistas, que veíamos en la anterior foto.
En la siguiente toma, se ve el campanario de la iglesia, y el frontón con la imagen de la santa.
Aquí se ve mejor el detalle del busto de Santa Clara, con los escudos de la orden a ambos lados.
Las monjas del convento se dedican a elaborar exquisitos dulces que venden en una sala abierta al lado de la puerta principal.